Las redes sociales se han transformado en elementos casi inevitables para cualquier persona en el mundo moderno |
Una de las consecuencias del extendido uso de internet entre los creyentes es que la gente asiste menos a las iglesias. Otra: que lee la Biblia de manera más informar, sin relacionar la totalidad del texto sagrado e interpretando de manera privada las enseñanzas que las Sagradas Escrituras contienen. Definitivamente Internet está cambiando la cara del cristianismo, señala el estudio.
La casi omnipresencia de los smartphones y las redes sociales está cambiando el comportamiento de las personas en todo el mundo. Esto también afecta la forma de cómo las personas practican su religión. Varios segmentos religiosos están adoptando las tecnologías en línea para hacerles más fácil a las personas comunicar sus ideas y expresar su devoción.
Según el reverendo Pete Phillips, director del Centro de Investigación de Teología Digital de la Universidad de Durham en el Reino Unido, “la tecnología está dando forma a las personas religiosas y cambiando su comportamiento”. Él personalmente ya experimentó esto. Recuerda que en 2008 se impidió a los fieles salir de las células por los servicios. Hoy en día, muchos ministerios insisten en que la gente se quede conectada y un creciente número de iglesias ofrece wi-fi.
YouVersion es, por ejemplo, la aplicación de la Biblia más popular, con más de 260 millones de usuarios en todo el mundo.
“Una de las primeras cosas que los cristianos hicieron con la computadora fue poner la Biblia en formatos digitales”, explica Phillips. Estas Biblias ahora se descargan en cuestión de segundos.
De acuerdo con la iglesia que ha desarrollado YouVersion, la gente gasta más de 235 millones de minutos utilizando la aplicación y han destacado 636 millones de versículos de la Biblia. Pero leer la Biblia en este formato está incluso cambiando la forma de ver las Escrituras.
Phillips, que lidera un grupo de investigación sobre el tema, asegura: “Si toma por primera vez una Biblia impresa en el papel puede parecer muy grande y complicada. Te enteras de que Apocalipsis es el último libro y Génesis es el primer libro y los Salmos están en medio “. Pero “la versión digital no tiene nada de eso, no se conocen los límites. No necesitas estar hojeando, vas directamente a donde quieres”.
Entre los primeros resultados de sus estudios se tiene que la forma en que se leen las Escrituras puede influir en la forma en cómo son interpretadas. Por ejemplo, ya es evidente que el texto leído en las pantallas se ve generalmente más literalmente que lo que se lee en los libros.
Las características estéticas de la lectura afectan a la percepción como un todo. “Cuando se está frente a una pantalla, tiende a centrarse más en la información”, dice Phillips. “Es una lectura sencilla, que no combina con la Biblia. Se termina la lectura del texto como en Wikipedia en vez de ver un texto inherentemente sagrado”.
Iglesias en la palma de mano
Al mismo tiempo, otra práctica cristiana que está sufriendo cambios más drásticos es la forma de acceder a las iglesias por medio de Internet. Impulsada por la expansión de las redes sociales y la des-centralización de la actividad religiosa, surgen las iglesias en la palma de la mano.
Para muchos, ya no es necesario poner un pie en un templo. En los Estados Unidos, una de cada cinco personas que se identifican como católicos y uno de cada cuatro protestantes asisten rara vez o nunca a las reuniones cristianas todas las semanas, de acuerdo con una encuesta realizada por el Pew Research Center.
Con la ayuda de aplicaciones y perfiles en las redes sociales mencionan versículos de la Biblia o se publican vídeos de corta duración que permiten una expresión privada de la fe que se produce entre la persona y su teléfono. Esta capacidad de elegir significa que pueden fácilmente evitar el contacto con una doctrina que no los atrae.
“Un nuevo tipo de cristianismo modificado para la era digital está surgiendo”, insiste Phillips. Esta nueva forma de religión fue identificada por primera vez por los sociólogos en 2005, pero fue extrapolada por la popularización de Internet. “La gente está buscando la experiencia religiosa más personalizada”, dice Heidi Campbell, de la Universidad de Texas A & M, que estudia la religión y la cultura digital.
Pero esto no está exento de problemas. Para los estudiosos, las personas prefieren mantener los aspectos morales de la Biblia, en “hacer el bien”, sostuvo en lugar de su emisión sobrenatural y la noción de que el universo es controlado por un líder todopoderoso. Podrían clasificarse como “deísmo terapéutico moralista” pues valorizan sólo porciones de la enseñanza milenaria.
Los más jóvenes acaban desarrollando una visión general de Dios en lugar de pensar en un Dios que interviene. “Ellos prefieren hablar de Dios que Jesús, porque él no específica. Después de todo, es invisible y parece estar preocupado de que todo el mundo sea feliz mientras siguen sus vidas, más Jesús. Pues bien, parece entrar e interferir en todo”, describe Philips.
Compartir versículos de la Biblia en Internet por medio de las redes sociales permite que los fieles acaben haciendo lecturas aleatorias, que no están conectadas. Es algo muy diferente en comparación con el acto de sentarse y escuchar a un sacerdote o pastor que va a escuchar todos los domingos.
No es sorprendente que los versos de la Biblia estén sujetos al “concurso de popularidad”. Por ejemplo, cada año YouVersion revela los textos más populares, que fueron favoritos y compartidos en las redes sociales. A menudo son los que reflejan el crecimiento de la vista que se propaga en el deísmo terapéutico moralista.
La mayoría se refiere a cosas como la superación de los problemas o hacer frente a la ansiedad y frustración, por ejemplo – en lugar de promover la gloria de Dios –. Las creencias religiosas “seleccionadas” no son nuevas. Pero es más fácil que nunca crear una fe individualizada. “El Internet y las redes sociales ayudan a las personas a hacer esto de una manera más concreta”, dice Campbell.
“Tenemos más acceso a más información, más puntos de vista y podemos crear un ritmo espiritual y una forma más personalizada. La vida digital es una comunicación de dos vías. La gente viene con una cierta expectativa de cómo responde la comunidad y un mayor sentido de la libertad. Las instituciones religiosas deben adaptarse o perder el espacio”, afirma según publica la BBC.
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